sábado, 16 de mayo de 2009

Hammer Music: Un repaso a la obra de los compositores más importantes de la casa del martillo.

Es innegable que las bandas sonoras son un elemento fundamental de la atmósfera de una película. En el caso de la Hammer (especialmente aquellas compuestas por James Bernard), estas se transformaron en parte del sello del estudio, un elemento tan importante como sus historias, su ambientación, sus actores o sus directores. Es por esta razón, que considero importante revisar de manera breve parte de la vida y obra de los compositores más importantes que pasaron por la casa del martillo, cuyas obras hoy son consideradas como piezas fundamentales de la música del género del horror.

James Bernard:

James Bernard nace el 20 de septiembre de 1925 en India. Hijo de un oficial británico, en su niñez tuvo que mudarse a Inglaterra a causa de su delicada salud. Bernard fue educado en el Wellington College, donde sería compañero del futuro actor, Christopher Lee, otro de los rostros icónicos de la casa del martillo. Después de participar en la Segunda Guerra Mundial con la Fuerza Aérea Real, accedió en 1946 al prestigioso The Royal College of Music. Durante el siguiente año trabajó para Benjamin Britten, el creador de la ópera “Peter Grimes”, y en 1950 escribió con Paul Dehn, Frank Harvey y Roy Boulting el guión de la película “Seven Days to Noon” (1950), cuyo trabajo fue recompensado con un Oscar, lo que no deja de ser curioso principalmente porque Bernard es más recordado por su trabajo como compositor.


Al mismo tiempo que trabajaba en su guión, comenzaba a componer la música de varios shows radiofónicos de la BBC, siendo la de “The Duchess of Malfi” la que le abrió las puertas de la Hammer. Cuando el compositor John Hotchkiss tuvo que dejar por enfermedad la producción de “The Quatermass Xperiment” (1955), el conductor musical del estudio, John Hollingsworth, recomendó al joven Bernard a quién conocia debido a que había participado como conductor de la banda sonora de “The Duchess of Malfi”, y dejó a Anthony Hinds unas cintas de esta composición; el productor, maravillado, no dudó en contratar a James Bernard, quien con el tiempo se convertiría en una de las piezas fundamentales del estudio.

El estilo musical del compositor era inconfundible, a lo largo de 23 bandas sonoras para el estudio, Bernard mostró un gran control de la sonoridad, escribiendo unos riffs repetitivos cuyo sello ya es marca de las producciones de la casa del martillo. El compositor quien declaró haber sido fuertemente influenciado por el trabajo de Paderewski, debió aprender el oficio para la radio, un medio en el que normalmente sólo se utilizaban líneas percusivas y de cuerda para la composición de las bandas sonoras. Gran parte de las cintas en las cuales Bernard aportó con sus composiciones, no serían lo mismo sin su atmosféricas bandas sonoras. Según el compositor, Terence Fisher siempre le daba libertad creativa en las composiciones realizadas para sus películas, ya que al director no le interesaba el aspecto musical de sus historias; enaltecía la labor del montador James Needs, al que consideraba responsable del montaje sonoro final de sus composiciones; y se quejaba de sus pobres aptitudes para la conducción de sus propias partituras, una labor que normalmente tuvo que ser resulta por su amigo John Hollingsworth, y tras la muerte de este, por Phil Martell.

Las bandas sonoras realizadas por Bernard al interior de la Hammer son: “The Quatermass Xperiment” (1950), “X-The Unknown” (1956), “Quatermass 2” (1957), “The Curse Of Frankenstein” (1957), “Horror of Dracula” (1958), “The Hound Of The Baskervilles” (1959), “The Stranglers Of Bombay” (1960), “The Terror Of The Tongs” (1961), “Kiss Of The Vampire” (1963), “The Damned” (1963), “The Gorgon” (1964), “She” (1965), “Dracula-Prince Of Darkness” (1966), “The Plague Of The Zombies” (1966), “Frankenstein Created Woman” (1967), “The Devil Rides Out” (1968), “Dracula Has Risen From The Grave” (1968), “Frankenstein Must Be Destroyed” (1969), “Taste The Blood Of Dracula” (1970), “Scars of Dracula” (1970), “Frankenstein And The Monster From Hell” (1974), “The Legend of The Seven Golden Vampire” (1974). De todos estos trabajos, Bernard declaró que la banda sonora de “She”, era su preferida. Otros trabajos destacables fuera de la casa del martillo serían sus composiciones para la cinta, “Pacific Destiny” (1956), “Torture Garden” (1967), “Murder Elite” (1985), y el acompañamiento musical realizado en 1997 para la cinta “Nosferatu, a Symphony of Horror” (1922), del director F.W. Murnau.

Don Banks:

Donald Oscar Banks, más conocido como Don Banks, nació el 25 de Octubre de 1923 en South Melbourne, Australia. Banks sería educado en el Cambridge College, y durante la depresión el joven Don fue transferido al Melbourne Boys´High School. Desde temprana edad demostraría su interés por la música, en gran medida por la fuerte influencia de su padre, quien era un reconocido músico de jazz. A los cinco años comenzaría sus clases de piano, y durante su juventud aprendería a tocar saxofón, violín y trombón, instrumento que más tarde tocaría en algunas de las bandas a las cuales pertenecería. Tras terminar sus estudios, trabajaría algún tiempo como ayudante en un par de empresas.

Entre 1941 y 1946 serviría en las Fuerzas Militares Australianas, principalmente en la rama médica del ejército. Tras esto, estudiaría composición en el University Conservatorium of Music, donde lograría graduarse con honores. Demostando sus deseos de perfeccionar su arte, en el año 1950, se trasladaría a Inglaterra para seguir estudiando con el maestro Matyas Seiber, tras lo cual se trasladaría a Salzburg, Austria en el año 1953, para trabajar un tiempo con el profesor Milton Babbitt. Ese mismo año, sus composiciones comenzarían a ganar cierto reconocimiento; su composición “Four Pieces for Orchestra” fue tocada en la BBC. Tras esto ganaría un par de premios por sus obras y trabajaría como profesor en algunas universidades. En 1959, Banks compuso su primera banda sonora para el cine, en la película “Murder at Site 3”. El compositor ingresó al mundo del cine principalmente porque buscaba una buena fuente de ingresos para mantener a su familia. Es así como llegaría a la casa del martillo en el año 1962, para componer la banda sonora de la cinta, “Captain Clegg”.

Aparte de este trabajo, estaría a cargo de siete bandas sonoras de la casa del martillo, las cuales son: “Nightmare” (1964), “The Evil of Frankenstein” (1964), “Hysteria” (1965), “The Reptile” (1966), “Rasputin: the Mad Monk” (1966) y “The Mummy´s Shroud” (1967). Dichas composiciones para la Hammer son realmente excelentes, en especial de la “Rasputin”, pero lamentablemente su trabajo se vió algo ensombrecido por la obra de James Bernard (con quién trabajo en la composición de la música de la cinta, “Torture Garden”). La carrera cinematográfica de Banks sería breve y estaría mayormente ligada al género del horror (también es responsable de la banda sonora del film, “Die, Monster Die!”). Su carrera trascendería más allá de la pantalla, siendo uno de los precursores de la música electrónica (de hecho colaboró en el desarrollo de uno de los primeros sintetizadores), fusionando el jazz con la música clásica, y el jazz con la música electrónica.

Orgulloso de su identidad australiana, a principios de los cincuenta fundaría la Asociación Australiana de Música, la que serviría como plataforma para muchos de los jóvenes compositores australianos. Además fue miembro fundador de la Sociedad Británica de Música Electrónica y patrocinador del Jazz Centre Society de Londres. No es entonces de extrañar que Banks sea uno de los músicos más respetados a nivel mundial, al nivel de que el galardón musical más importante de su país lleva su nombre. Teniendo todo esto en perspectiva, para la Hammer fue todo un lujo contar con la participación de un músico de la categoría de Banks, quién murió el cinco de septiembre de 1980, a causa de la leucemia que le afectaba.

Henry Robinson y algunas menciones honrosas:

Henry MacLeod Robertson, también acreditado como Henry Robinson, nació en Elgin, Escocia, el 19 de noviembre de 1932. Su carrera profesional en la música comenzó en 1957, como compositor y conductor de shows de televisión como “Six-Five Special” y “Oh Boy!”. Tras solicitar una membresia para la Performing Right Society al año siguiente, comienza a trabajar bajo los seudónimos Henry MacLeod, Harry Robertson y Harry Robinson, siendo el último de estos el que más utilizaría. Durante su carrera participaría en distintas actividades en diversos medios. Por un tiempo trabajaría en las casas disqueras EMI y Decca, participando como director musical de artistas como Craig Douglas, y conduciría los musicales de Lionel Bart, “Fings Ain´t Wot They Used T´be” (1960) y “Maggie May” (1964).

Su carrera en el cine comenzaría en 1964 con la cinta, “Valley of the Kings”. Aunque llegaría a componer más de cincuenta bandas sonoras, e incluso escribiría un par de guiones para el cine y la televisión, Robertson es más recordado por las bandas sonoras que realizó para la casa del martillo (aunque debido al constante cambio de seudónimos, logró confundir a más de algún fan de las producciones del estudio), las cuales son: “The Vampire Lovers” (1970), “Lust For A Vampire” (1971), “Countess Dracula” (1971), “Twins Of Evil” (1971), y “Demons Of The Mind” (1972). Lamentablemente, su obra más reconocida al interior de la Hammer es la bizarra canción de la cinta “Lust For a Vampire”, que no es de lo mejor de su carrera, la cual no fue en extremo brillante pero si contó con un par de aciertos como el tema central de la serie de televisión, “Journey to the Unknown” (1968). Gran parte de su carrera cinematográfica estaría ligada al género fantástico, pero sin duda es su paso por la Hammer el que lo hizo conocido entre los amantes del cine de terror.

El resto de los compositores que trabajaron alguna vez en la Hammer, en su gran mayoría no realizaron más de cuatro bandas sonoras al interior del estudio, con las excepciones de Frank Spencer, responsable de casi todas las bandas sonoras de la era Exclusive (Pre-Hammer) y de una buena parte de la primera etapa de la Hammer, desde “Dr. Morelle” (1949) hasta “The Last Page” (1952), sumando alrededor de 14 bandas sonoras en total; y Ivor Slaney, quien llegaría al estudio como el reemplazo de Spencer, donde se haría cargo de al menos nueve de las bandas sonoras del estudio, resaltando sus trabajos en las cintas, “The Saint ´s Return” (1953), “Spaceways” (1953) y “Murder by Proxy” (1954). Por último, entre los compositores menores, son destacables los trabajos de Benjamin Frankel, responsable de la música de “The Curse of the Werewolf” (1961), “The Old Dark House” (1963) y “I Only Arsked!” (1958); y Malcolm Williamson, responsable de “The Brides of Dracula” (1960), “Crescendo” (1970), y “Horror of Frankenstein” (1970).







por Fantomas.

1 comentario:

Davicine dijo...

Geniar recopilación de Bandas sonoras de la Hammer... que recuerdos me ha traido y ahora toca repasar apra ver si encuentro dichas bandas sonoras, que me gusta clasificarlas y tenerlas en la estantería...

un saludo...

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